Yama - Antoine d'Agata. En 2011, Antoine d'Agata se encontraba en Camboya, explorando y documentando aún más el espacio entre la fotografía y su propia experiencia. En el espacio cerrado de una habitación sin ventanas con paredes de madera pintadas de rojo, se relaciona con L, una prostituta adicta al "ice" (metanfetamina) que no vivirá mucho. Hasta el final, utiliza el placer como una forma de imponer su existencia a un mundo que le niega cualquier otro derecho. En los círculos perversos de la violencia social, donde el deseo no se puede separar del dolor, la alienación y la rabia, el fotógrafo lleva más allá su práctica radical del mundo, sondeando y cuestionando toda forma de postulados morales. Ha abandonado su posición detrás de la cámara para determinar un método fotográfico inédito, entrando en el marco de su propio destino, convirtiéndose poco a poco en el personaje de un escenario que ha decidido vivir en carne y hueso. Solidario de una comunidad imposible, que utiliza todos los medios posibles para ceder el control de un lenguaje que se ha vuelto inútil: el miedo, el éxtasis, la pulsión de muerte. Ya no es un observador, inventa su propia posición. A través de la tensión liberada en momentos desnudos de alta fragilidad emocional y fisiológica, sus imágenes dispersas confrontan al espectador con la imposible verdad de los cuerpos extasiados desbordados. Exploran un sentido de aniquilación, rompiendo todas las barreras y yendo más allá de los límites aceptables. Una revista autobiográfica que documenta la adicción al deseo. Una sociología caótica y sesgada de las estrategias de supervivencia. Un manifiesto sin sentido pero esencial de exceso y crimen.