El 14 de enero de 1958, se descubrió el cuerpo desfigurado y amputado de un hombre cerca del lago Sembako en Japón. Dos investigadores de Tokio llegaron para ayudar a la policía local a fin de resolver lo que al principio parecía ser un caso banal. , pero que resultó ser más complejo. Por primera vez, se autorizó a un fotógrafo a acompañar a la policía para documentar la investigación. Watabe siguió al inspector mientras interrogaba a los testigos (trabajadores de una fábrica de curtidos, policías locales, etc.) y rastreaba las calles de los barrios más insalubres de Tokio, sus bares, puentes, callejones y hospitales en busca del asesino. Las imágenes de Watabe registran mucho más que una simple investigación policial, revelan Tokio en la década de 1950 de una manera que pocas veces se ha visto o se ha mostrado.