En 1938, el MoMA emitió un comunicado de prensa informando a los editores de la ciudad de Nueva York que el 7 de diciembre el museo inauguraría "lo que probablemente se considerará su exposición más inusual, y sin duda una de las más grandes". Esa exposición fue Bauhaus: 1919-1928, un amplio estudio dedicado a esta escuela alemana de arte y diseño de influencia incomparable. Se exhibieron casi 700 ejemplos de la producción de la escuela, incluyendo obras de textil, vidrio, madera, lienzo, metal y papel. Fue una celebración de la notable creatividad y productividad de la Bauhaus, que se había visto obligada a cerrar por presión del Partido Nazi tan solo cinco años antes. El tamaño y el alcance de este homenaje indicaban la importancia de la Bauhaus para el desarrollo del MoMA: la escuela había servido de modelo para la estructura multidepartamental del museo e inspirado su presentación multidisciplinaria de fotografía, arquitectura, pintura, diseño gráfico y teatro.