La muerte de Robert F. Kennedy sacudió al país hasta lo más profundo y para millones de estadounidenses, incluido Paul Fusco, pareció representar el fin de la esperanza. En 1968, Fusco era fotógrafo de plantilla de la revista Look. Se le encargó documentar todos los acontecimientos que rodearon el funeral, incluido el viaje de ocho horas desde Nueva York a Washington, D.C., en el tren que transportaba el ataúd de Kennedy. Fusco también fotografió a los dolientes que se reunieron en la Catedral de San Patricio en Nueva York y el dramático entierro nocturno en el Cementerio Nacional de Arlington con miembros de la familia Kennedy. Fotografías recién descubiertas se presentan junto con imágenes clásicas del tren fúnebre que han quedado grabadas en la memoria colectiva de un pais, a partir de dos versiones anteriores de la obra, una edición limitada de 1999 y la edición comercial de 2000, ambas agotadas desde hace mucho tiempo
top of page
SKU : 9782845976542
95,00 €Prix